En los últimos años, los préstamos entre personas, también conocidos como peer-to-peer lending o p2p lending, se han convertido en una alternativa financiera cada vez más popular en América Latina. Este modelo conecta directamente a quienes necesitan financiamiento con aquellos que desean invertir su dinero, eliminando la intermediación de bancos tradicionales.
Este sistema ha crecido impulsado por la transformación digital del sector financiero, la falta de inclusión bancaria y la búsqueda de rendimientos más altos por parte de los inversores. América Latina, con su gran número de personas no bancarizadas y su creciente adopción tecnológica, se ha convertido en terreno fértil para este tipo de servicios.
Qué es el p2p lending y cómo funciona

El p2p lending es un sistema financiero basado en la economía colaborativa, donde las plataformas en línea actúan como intermediarias entre prestamistas e inversionistas. A través de estas plataformas, los solicitantes pueden publicar sus necesidades de crédito, mientras que los inversores eligen en qué proyectos o personas desean invertir su dinero.
El funcionamiento es sencillo: el solicitante registra su perfil en una plataforma, completa su información financiera y explica el propósito del préstamo. Luego, la plataforma evalúa su riesgo crediticio mediante algoritmos y análisis de datos, asignando una calificación que influye en la tasa de interés.
Las ventajas frente al sistema bancario tradicional
Una de las principales ventajas del p2p lending es la rapidez del proceso. A diferencia de los bancos, donde las solicitudes pueden tardar semanas, las plataformas digitales suelen aprobar créditos en cuestión de días. Además, el papeleo es mínimo y la mayoría de los trámites se realizan de manera totalmente en línea.
Otra ventaja importante es la inclusión financiera. En América Latina, millones de personas carecen de historial crediticio o acceso a servicios bancarios. El p2p lending ofrece una alternativa a este segmento de la población, utilizando herramientas tecnológicas para evaluar riesgos de manera más flexible.
Quiénes están utilizando los préstamos p2p en la región
El perfil de los usuarios de p2p lending en América Latina es diverso, pero puede dividirse principalmente en dos grupos: los prestatarios y los inversionistas. Los primeros suelen ser jóvenes profesionales, emprendedores o trabajadores independientes que buscan financiamiento para proyectos personales o pequeños negocios.
Por otro lado, los inversionistas que utilizan este tipo de servicios son personas que buscan mejores rendimientos que los ofrecidos por los productos financieros tradicionales. Algunos son inversionistas minoristas, mientras que otros son instituciones o fondos de inversión interesados en el potencial de este nuevo modelo financiero.
Plataformas destacadas en América Latina
En países como México y Brasil, el p2p lending ha tomado fuerza gracias al desarrollo de plataformas tecnológicas y al respaldo regulatorio. En México, Kubo Financiero se ha consolidado como una de las pioneras, ofreciendo préstamos personales con tasas competitivas y procesos 100% digitales.
Estas plataformas no solo facilitan el contacto entre prestatarios e inversores, sino que también fomentan la educación financiera y la transparencia. A través de sistemas automatizados, muestran información sobre tasas, riesgos y rendimiento histórico, generando confianza entre los usuarios.
Los desafíos y el futuro del p2p lending en América Latina
A pesar de su crecimiento, el p2p lending aún enfrenta varios retos en la región. Uno de los principales es la regulación, que varía considerablemente de un país a otro. En algunos mercados, las leyes financieras aún no contemplan del todo este modelo, lo que genera incertidumbre tanto para usuarios como para inversionistas.
Sin embargo, el panorama es optimista. Con el avance de la digitalización, la mejora en las herramientas de análisis de riesgo y el creciente interés por la inversión alternativa, el p2p lending está llamado a desempeñar un papel crucial en la inclusión financiera de América Latina.